Nos citamos a las 8:00 en un frío amanecer en las Alpujarras de Granada. Tras un buen desayuno para entrar en calor, realizamos el sorteo y cada montero tomó su puesto con ilusión.
La mañana comenzó con condiciones inmejorables: sol, viento en calma y el eco de las primeras detonaciones resonando en la sierra. Todo apuntaba a una jornada prometedora, pero, a partir de la una de la tarde, un fuerte viento hizo que la caza se complicara y los monteros no pudieran disfrutar como esperaban.
Aun así, conseguimos abatir 37 jabalíes, una cifra por debajo de nuestras expectativas, pero la climatología manda y contra ella no se puede luchar.