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La recomendación de gestión cinegética adaptativa basada en la ciencia de un consorcio internacional, liderado por el CSIC, de iniciar una moratoria temporal de la caza de la tórtola europea en 2021, ha permitido una rápida recuperación de las poblaciones de la especie.
La tórtola europea (Streptopelia turtur) es una especie amenazada de extinción, pero también es especie cinegética en diversos países, incluido España.
En 2018 se intentó poner fin a varias décadas de declive poblacional de la especie en toda Europa mediante la adopción de un Plan de Acción Internacional que fijaba como objetivo la recuperación y proponía un sistema de gestión cinegética adaptativa para regular la caza de la especie.
Dicho sistema se puso en marcha, promovido y supervisado por la Comisión Europea, con el asesoramiento científico a cargo de un consorcio de agencias de investigación liderado por el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM).
El asesoramiento científico incluyó la realización de recomendaciones de gestión basadas en la mejor información disponible sobre la demografía de la tórtola a escala europea.
Este grupo de científicos desarrolló un modelo poblacional y elaboró diversos escenarios alternativos que condujeran al crecimiento poblacional de la especie.
Moratoria de la caza
Todos los escenarios apuntaban a una mayor probabilidad de recuperación si se suspendía temporalmente la caza, de modo que dicha medida drástica podría proporcionar el tiempo necesario para poner en marcha medidas adecuadas para garantizar la sostenibilidad de cualquier futura explotación.
Los científicos se basaron en esos resultados para recomendar una moratoria a escala de toda la vía migratoria, que se inició en 2021 y se ha mantenido hasta la fecha.
Ahora, un nuevo trabajo de investigación, liderado por científicos del Grupo de Investigación en Ecología y Gestión de Fauna Silvestre del IREC y publicado recientemente en la prestigiosa revista Conservation Letters, muestra cuál ha sido la respuesta de las poblaciones de tórtola europea a la moratoria sobre su caza en forma de número total de individuos reproductores en 2022 y 2023, tras los dos primeros años de moratoria.
Los datos que compila y analiza anualmente el Programa Pan-Europeo de Seguimiento de Poblaciones Reproductoras de Aves Comunes (PECBMS, por sus siglas en inglés) muestran que el declive continuado en la vía occidental alcanzó su nivel más bajo en la primavera de 2021, con 1,56 millones de parejas reproductoras.
Recuperación
Pero a partir de ahí, coincidiendo con el inicio de la moratoria, la abundancia empezó a recuperarse hasta alcanzar los 1,96 millones de parejas en sólo dos años (2023), lo que supone un aumento de 400 mil parejas reproductoras, el 25 % más.
Este nuevo estudio también destaca que las medidas de gestión adoptadas en la vía central-oriental no fueron tan rigurosas, inicialmente porque el declive observado era menos acentuado, y sólo condujeron a una reducción en el esfuerzo de caza (en lugar de a una moratoria completa) durante el mismo período.
Como resultado, la abundancia de la tórtola europea en la vía migratoria central-oriental siguió disminuyendo hasta alcanzar su mínimo histórico en 2023 con 0,56 millones de parejas, un 15 % menos que en 2021.
La rápida respuesta poblacional observada en la vía occidental, combinada con la falta de reacción a la reducción parcial en la vía central-oriental, confirma que la moratoria temporal de la caza de la tórtola europea fue una medida de gestión adecuada a corto plazo.
Observaciones de campo en España indican que la moratoria ha coincidido con dos temporadas consecutivas de bajo éxito reproductor debido a condiciones meteorológicas de sequía y calor extremo, pero que tras la suspensión de la caza ha aumentado la supervivencia individual y que esa es probablemente la base de la recuperación.
A largo plazo, es posible plantearse el retorno de la caza de la tórtola europea dentro del marco de la gestión cinegética adaptativa, siempre que se cumplan las condiciones.
En el futuro, la caza tendrá que ser necesariamente sostenible y basada en la ciencia, bajo el seguimiento de las poblaciones europeas a cargo del mismo programa PECBMS.
Fuente: IREC